el blog de reseñas de Andrés Accorsi

martes, 16 de noviembre de 2010

16/ 11: MEMORIAS


Cómo estamos con las antologías este mes! Esta por lo menos está armada con historias cortas de un sólo autor, nada menos que el maestro Katsuhiro Otomo, que hace ya muchos años que no dibuja manga, pero que dejó una huella imborrable tanto en Japón como en Occidente. Por ahí los pibes que hoy consumen Bleach y Naruto no tienen idea, pero allá por fines de los ´80, cuando se produjo el primer embate serio en la penetración del manga en Occidente, la movida tuvo un abanderado, un líder indiscutido, y ese fue Otomo, que venía a prenderle fuego a todo con su Akira. Lo cual es casi lógico, porque en esa época no había muchos mangakas con estilos tan occidentalizados como el de Otomo.
Y si Akira parecía medio western-friendly, o fácil de adaptarse al gusto occidental, las historias cortas, ni hablar. El material de este libro parece europeo, se lee como cualquier recopilatorio de historias cortas de cualquier autor europeo de los ´70 para acá. No sólo porque La Cúpula lo publica en sentido de lectura occidental. También por las temáticas, por la forma de abordar la ciencia-ficción (que en los ´80 era bastante parecida en los distintos continentes), y hasta por la narrativa que (como suele suceder en los tomos de historias cortas) no se ajusta para nada a lo que normalmente se asocia con “narrativa japonesa”.
Acá tenemos cinco historias inconexas entre sí, y todas van para adelante, todas tienen el énfasis puesto en el guión. No esperes el grosso desarrollo de personajes, porque no hay espacio. Acá la onda es el pase cortito y al pie, toco y me voy. Pelo una idea, la hago avanzar mientras se define la ambientación (casi siempre futurista) y la defino en un final lo menos predecible posible. Y a otra cosa. La primera historieta, de 29 páginas, es la más extensa, la más ambiciosa y además la mejor. Hay una situación ganchera, un misterio bien llevado, una ambientación atrapante, un clima de tensión perfectamente construído, bastante acción y un final casi imposible de adivinar. Si leíste Akira hasta el final (en cuyo caso te podés postular a la canonización) sabés que a Otomo le cuesta un huevo rematar, que los finales no son lo suyo. Pero acá todo cierra perfecto, con lujo, poesía y moñito.
La segunda y la tercera historia tienen estructuras parecidas: una ciudad futurista, limpia, ordenada y vigilada como les gusta a los fachos, y un grupúsculo de inadaptados que representan “lo viejo”, lo que hay que eliminar, barrer debajo de la alfombra o –como mucho- corregir a cachetazos. Las dos están buenas: la segunda porque la idea básica es muy ingeniosa y la tercera porque tiene muchísima acción, mucho vértigo y un ritmo alucinante. La cuarta es la única que se hace un poquito larga: son 23 páginas, pero la misma historia se podría haber contado en 16 ó 18. Además es la que le da más protagonismo a la bajada de línea social, que también está presente en las dos anteriores. Y la quinta es 100% política, una alegoría apenas disfrazada de las atrocidades y sinsentidos de la guerra fría entre EEUU y la ex URSS, esa que tanta tela daba para cortar en los ´80 y de la que hoy se habla tan poco. Otomo arranca por ahí, pero enseguida sube la apuesta para bajar línea también en contra de las monarquías y a favor de las democracias y las repúblicas. Y además lo hace con el humor como principal herramienta: esta es la única historieta escrita 100% en joda. Otro lujo.
Y del dibujo ¿qué querés que te diga? Otomo como dibujante es un GENIO. Así, liso y llano. Se nota que leyó a Moebius, se nota que logró integrar varios yeites del maestro francés al estilo japonés, mete unas tramas mecánicas y unas líneas cinéticas que te parten el cerebro en 148 gajos, narra como los dioses, logra equilibrios alquímicos entre las masas negras y los espacios blancos, tiene un repertorio de expresiones faciales que es la envidia de cualquier mangaka de Tezuka para adelante… Creo que ya se dijo todo acerca de las virtudes de Otomo a la hora de dibujar. Lo grosso de este tomo (y lo que me da ganas de comprarme el Vol.2 que es más grueso y bastante más caro) son los guiones. Sin esperar demasiado por ese lado, me encontré con papa muy fina. Y eso se agradece a full.

1 comentario:

AAAAAAAAA dijo...

gracias por la reseña, muy buena.
saludos