el blog de reseñas de Andrés Accorsi

jueves, 20 de octubre de 2011

20/ 10: LEGENDS OF THE WORLD´S FINEST


Volvieron los superhéroes, que venían medio relegados en las últimas semanas del blog. Y los elementos sobrenaturales, a pleno. Esto es una cruza entre el género superheroico y el terror: hay conjuros, pesadillas, posesiones, demonios, todo tipo de criaturas abisales y hasta una invasión de Gotham por parte de las huestes infernales. En el medio, Superman y Batman hacen más o menos lo que pueden, ampliamente superados por la magnitud de la amenaza que enfrentan.
Igual sabés que al final van a ganar, pero en el medio el guión del mítico Walt Simonson ofrece varios giros interesantes. El que a mí más me gustó tiene que ver con Batman. Atormentado por pesadillas que no son las habituales (o sea, que no tienen que ver con el asesinato de sus padres), Batman empieza a perder el foco, se equivoca, se tropieza, se manda cagadas que demuestran impericia y falta de planificación, todo lo contrario al Guacho Winner, copa y medalla en todas las disciplinas, al que estamos tan acostumbrados. Y después hay otras boludeces menores, pero lindas, como ese Superman más dark, más pasado de rosca, y todo el desarrollo de Silver Banshee, que es el personaje que sale más enriquecido de la saga, aunque no sé si otros guionistas se hicieron cargo más adelante de algo de lo que sucede acá.
Lo más difícil en los comics compartidos por Superman y Batman debe ser repartir parejo el protagonismo. Generalmente, si la amenaza es más cósmica, Superman se luce y Batman está pintado al óleo. Si la amenaza es más urbana o requiere de más intelecto, es el kryptoniano el que queda pintado, como Ricardito Alfonsín en el electrizante duelo entre Víctor Hugo y Magdalena. Acá Simonson la hace bien: la amenaza esta vez es mística, y ahí los dos campeones juegan de visitante, como en la final de la Intercontinental. La trama está un poco estirada: si te ponés en estrecha, sobran todos los villanos de Gotham, Lois Lane, Man-Bat y hasta Silver Banshee, con sus escenas grossas y todo. Pero más o menos se banca, porque el plan del villano está bueno y porque es todo tan heavy que las fronteras entre los buenos y los malos terminan por desdibujarse al punto en que deja de ser obvio quién de todos esos hijos de puta va a perder y quién puede llegar a zafar una vez que ganen los buenos.
De todos modos, lo realmente grosso, lo que justifica comprarse el tomo sin dudarlo 15 segundos no es el guión de Simonson, sino el arte de Dan Brereton, bestia salvaje, en su laburo inmediatamente anterior a Nocturnals (el que reseñamos un ya lejano 15 de Agosto de 2010). Brereton dibuja todo perfecto menos a Batman, que le sale un poco grotesco, casi desproporcionado. Todo lo demás es finoli-finoli, y por supuesto bien dark, para estar a tono con el guión. Como siempre, Brereton no sacrifica la narrativa para apostar fuerte al estilo pictórico. Tiene cuadros un poquito estáticos, donde se nota demasiado el trabajo con modelos (la gran Alex Dioss, Tony Harris y un infinito etcétera), pero también pela un montón de secuencias de gran dinamismo, claras, precisas, en las que podríamos omitir los textos y aún así entender todo lo que pasa. Se nota que, aunque el guión no sea suyo, Brereton metió miles de sugerencias y terminó por dibujar lo que él tenía ganas de dibujar: demonios, guerreros y monstruos que se cagan a espadazos. El último episodio es básicamente eso, pero para llegar hasta ahí, el tipo se fumó unas cuantas páginas de más de cinco viñetas y largas secuencias urbanas de gente común que habla, todo piloteado con gran jerarquía por este talentoso artista oriundo de San Francisco.
Si te querés deleitar con hermosas visiones de Superman, Silver Banshee, una Blaze aterradora, un Man-Bat escalofriante, un Two-Face magistral y un montón de machaca sobrenatural con criaturas del Averno, Brereton te sirve en bandeja un manjar pesadillesco pero inolvidable. Y Simonson te cobra peaje, pero barato. No hace falta resignarse a soportar un guión pedorro, porque –sin ser una maravilla- este se sostiene con bastante decoro, sobre todo si pensamos que es del ´93-´94, cuando la mayoría del mainstream yanki apestaba más que las pútridas criaturas con las que pelean los World´s Finest en esta saga.

6 comentarios:

Patricio dijo...

Y me acuerdo cuando comentaste Nocturnals, como pasa el tiempo, parece que fuè ayer. Esta saga no la tengo pero voy a hacer lo posible por conseguirla . Andrés: Que pasó con Bereton? , a comienzos de los 90 pintaba para mega -estrella y ahora no lo veo por ningún lado, que cosas relevantes hizo depues?, que estés bien.

Andres Accorsi dijo...

Hizo muchas cosas, pero con perfil más bajo. Fijate en Wikipedia, que ahí están listadas todas sus obras.

Reznor dijo...

Por suerte Andres, te compre la primera de saga de The Nocturnals en la feria de comics, y esta barbara. Brereton es un groso.

Andres Accorsi dijo...

Me alegro que te haya gustado!

Anónimo dijo...

Apa, como que no me acuerdo nada de nada de esto, nomas que la historia me habia impactado, y que el dibujo (era chico) no me habia impresionado por parte de los heroes, aunque la Banshee, y creo recordar a Blaze, eran espeluznantes.

Y mientras escribo recuerdo algunas cosas, y si, gran historia.

Error Macross.

Hal dijo...

Interesante reseña a la cual le das el remate con "cuando la mayoría del mainstream yanki apestaba más que las pútridas criaturas con las que pelean los World´s Finest en esta saga."
Recuerdo muy bien esos tiempos, cuando las editoriales querían competir con la movida de Image, y a veces las secuencias de paneles no existían, eran en realidad un conjunto de splash pages. De story telling? bien gracias...
Tiempo después se conocería la maniobra: tantos splash potenciaban la posventa de originales, ya que en casas de remate, ebay y paginas por el estilo, se lucra más con originales de ese estilo que con viñetas.
Por eso, Dan Brereton, un genio que es altamente recomendable en un elseworlds llamado Thrillkiller