el blog de reseñas de Andrés Accorsi

viernes, 9 de diciembre de 2011

09/ 12: NORTHLANDERS Vol.5


Nuevo tomo de la excelente serie de vikingos creada por Brian Wood (otro de los fetiches de este blog) y una vez más nos encontramos con varias historias: dos cortas y una larga.
La primera historia corta es magistral: En apenas 22 páginas, Wood nos mete en profundidad en la psiquis y en la historia de Dag, el capitán de un barco mercante que un día se decide a explorar nuevas rutas y termina en Norteamérica. Es una joyita redonda, intensa, con gloria y tragedia, heroismo y miseria. Y además dibuja como los dioses la increíble Fiona Staples.
La otra historia corta tiene dos episodios, dibujados por Becky Cloonan, habitual co-equiper de Wood. El dibujo es muy bueno, pero el guión no daba ni en pedo para 44 páginas. Eso mismo, contado en 22 páginas, pegaba mucho más.
Y la historia que da nombre al tomo, Metal, se desarrolla en cinco episodios, a cargo del italiano Riccardo Burchielli, el principal dibujante de DMZ, la otra gran creación de Wood para Vertigo. No me preguntes por qué, pero acá Burchielli está mucho, mucho mejor que en DMZ. Acá aprovecha mucho más las posibilidades de lucirse en las páginas con pocos cuadros y –sobre todo- se suelta mucho más cuando pinta la machaca. Parece un dibujante con mil años de trayectoria en los comics de acción, con un laburo de líneas cinéticas digno de un gran mangaka y un dinamismo espectacular. Por momentos se parece al Keith Giffen de sus mejores trabajos, pero sin chorear con el truquito de repetir varias veces las mismas viñetas. Para la mitad de la saga hay una escena breve, de dos paginitas, un sueño de Ingrid, que parece dibujada por Jorge Zaffino. Lejos, lo más impactante y lo más hermoso de todo lo que imaginó Burchielli para este, su mejor laburo publicado hasta hoy en EEUU.
El guión de Metal es raro. Hay dos personajes protagónicos perfectamente planteados y desarrollados, hay un marco socio-político perfectamente aprovechado, pero de golpe, por la ventana, se cuelan los elementos fantásticos, hasta ahora ausentes en Northlanders. Ahora tenemos a una diosa nórdica que toma cartas en la trama y a un guerrero que muere y resucita como una especie de zombie mega-poderoso. No está mal, porque la historia es buena, potente, con buen ritmo... pero no puedo evitar pensar que se podría haber resuelto sin incorporar elementos sobrenaturales. Lo más grosso de Metal es cómo Wood muestra la expansión del cristianismo por las tierras de los nórdicos, allá por el año 700 de nuestra era. Con rigor histórico y mala leche ácida, el guionista se hace un festín con el choque entre culturas, religiones y éticas. Los noruegos aparecen retratados como tipos básicos, toscos, de pocas luces, violentos al pedo. Y los cristianos, como soberbios, obsesivos, inescrupulosos y codiciosos, maestros de un doble discurso que trae nefastas consecuencias a los que lo compran. Entre esos curas ricos, astutos, bien organizados y el rústico, bestial e ingenuo herrero Erik Thorsson va a estallar una guerra desigual, improbable, repleta de salvajadas de ambos lados. También se podría haber narrado en menos páginas, pero las escenas tranqui están muy bien aprovechadas por Wood para darle profundidad a los personajes y los conflictos, y además el dibujo de Burchielli es tan pulenta, que querés que siga 50 páginas más.
No sé si este tomo me gustó tanto como el Vol.3, el otro de historias cortas. Creo que no. Pero igual es muy, muy recomendable para todos los fans de las aventuras con ambientación histórica y temáticas fuertes, duras, sin pochoclo ni papillas pre-masticadas.

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