el blog de reseñas de Andrés Accorsi

jueves, 12 de abril de 2012

12/ 04: CRIMINAL MACABRE OMNIBUS Vol.1

Ufff... qué trip! Casi 400 páginas al hilo de Criminal Macabre, la serie de Steve Niles que Dark Horse publica desde 2003. Esto de que los libros tengan cada vez más páginas me está matando, cada vez es más difícil bajarme uno por día. Pero por otro lado está buenísimo. Yo conocí a Criminal Macabre por una historia corta en una antología, después vi el primer TPB barato y me lo compré, y después me olvidé, o no le di bola. Años más tarde salió este masacote y ahora tengo en un sólo broli aquella historia corta, la saga que tenía en TPB y tres aventuras más: una de 26 páginas, una de 96 y una de más de 100. Ahora sí, me olvido de Cal McDonald y sus misterios por un largo tiempo, pero tranquilo, porque tengo todo lo que me interesa tener.
Por si no lo ubicás, Cal McDonald es una especie de versión cabeza de John Constantine. Es un detective expulsado de la policía por borracho y drogadicto, que resuelve crímenes en los que suelen estar implicados vampiros, hombres lobo, momias, demonios que poseen gente (o cosas) y monstruos varios. El tipo sabe ocultismo, pero en vez de cancherear tipo Constantine, de hacerles la sutil, de psicopatearlos, opta por cagarse tiros y trompadas con las criaturas de la noche. Como Hellboy, o the Goon, pero sin más superpoderes que la inconciencia absoluta, producto del alcohol y las drogas.
Cal McDonald cobra de lo lindo, pero siempre sale entero, en parte gracias a su amigo y cuasi-guardaespaldas Mo´lock, un muerto resucitado con mucho aguante y mil veces más serio que Cal, que se la pasa profiriendo chistes y guarangadas sumamente ingeniosas. Casi todas las historias respetan el formato del policial, en el que un detective investiga uno o varios crímenes, sigue pistas, interroga a sospechosos, etc., excepto la última, Supernatural Freak Machine, la más extensa. Acá Niles opta por una estructura más típica del comic de superhéroes: un villano al que Cal derrotó en el pasado vuelve para vengarse de nuestro no-héroe. No es la fórmula que mejor funciona en esta serie, lamentablemente, si bien la historia dentro de todo es entretenida.
El resto son muy buenas historias policiales, que rápidamente viran hacia la machaca sobrenatural. La primera tal vez sea la menos lograda, pero ya a partir de la segunda (la cortita, la primera que leí yo) las tramas son redondísimas, las amenazas funcionan perfecto, el ritmo se hace más impredecible, más ágil, y por supuesto Niles conoce mejor a los personajes, con lo cual se mete más y mejor en sus cabezas. Si me tengo que quedar con una, elijo la tercera, Love Me Tenderloin, la de 26 páginas, que creo que es la que mejor combina misterio, investigación, machaca, desarrollo de personajes, bizarreada y chistes de humor negro y mala leche.
Las tres primeras historias están dibujadas por el monstruo Ben Templesmith, co-equiper de Niles en la mucho más famosa 30 Days of Night. Como es su costumbre, Templesmith se caga olímpicamente en los fondos. Mete una texturita de photoshop, dos rayas, una mancha, y a comerla. Ni se le ocurre que se tiene que matar en los fondos... como un ciego en el colectivo, que ni se esfuerza por hacerse el dormido, porque sabe que nadie le va a pedir el asiento. Con Templesmith pasa lo mismo: ¿quién le va a exigir que se rompa el culo en los fondos a un tipo que dibuja esas caras, esos dientes y que tiene ese manejo del color? No seamos ridículos...
Las dos sagas finales están a cargo de Kelley Jones, dibujante emblemático de los ´90. Jones es un virtuoso, de eso no hay dudas. Si quisiera, podría ser un clon perfecto de Berni Wrightson. Pero no quiere. A él e gusta el kilombo, la machaca, el grotesco. Ir al extremo, generar revulsión. Su talón de Aquiles son las minas. Cuando le salen lindas, se nota que están copiadas de fotos. Cuando se nota que no están copiadas de fotos, le salen feas. Y no le pidas que tengan la misma cara de una viñeta a otra, porque no le sale. A veces ni siquiera los varones conservan los rasgos faciales de una viñeta a otra. Igual lo banco.
Un policial con terror, machaca y chistes no es algo fácil de hacer. Steve Niles lo hizo y le salió muy bien. Aguante Criminal Macabre.

1 comentario:

Reznor dijo...

La verdad quelo mejor que lei de Steve Niles y Ben Templesmith fue la saga de Hellspawn " mundo Infierno ", y eso que no me gusta el personaje de Tod mc pollo.